http://www.youtube.com/watch?v=jlbNOb4Iu-Q
COMO EXTRAÑO AQUELLOS DIAS TAN HERMOSOS QUE DISFRUTE AQUI EN LA COLONIA, SU CLIMA, SU VEGETACIÓN, SU GENTE, ESE PAISAJE TAN ESPECIAL, CUANTO AÑORO VOLVER ALGÚN DÍA NO MUY LEJANO. !TE QUIERO MI COLONIA¡
lunes, 6 de octubre de 2008
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Un Saludo a los visitantes del Cosmos
Buda y mi Acuario
 
*Azabache mi gatica*
Pasa el mouse sobre mi gata y verás como juega.
 







 








































 




















 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 












 Lord Byron, el gran poeta inglés, sentía profundo afecto por los perros y, explicablemente con mayor intensidad por el suyo, un bello terranova llamado Boatswain. El noble animal enfermó de mal de rabia, pero nunca mordió a nadie, sino a sí mismo.
Se cuenta que el poeta le curaba solícitamente y no tenía miedo ni escrúpulo para limpiar, con su mano desnuda, la boca llena de baba del pobre perro. Y cuando éste murió, Byron hizo grabar en el pedestal del monumento que construyó en su memoria, y el cual soportaba una urna antigua, el siguiente epitafio:
"Cerca de este lugar, reposan los restos de un ser, que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad, y todas las virtudes del hombre sin sus vicios.
Este elogio, que constituiría una absurda lisonja, si estuviera escrito sobre cenizas humanas, no es más que un justo tributo a la memoria de Boatswain, un perro nacido en Terranova, en mayo de 1803, y muerto el 18 de noviembre de 1808".
Lord Byron, el gran poeta inglés, sentía profundo afecto por los perros y, explicablemente con mayor intensidad por el suyo, un bello terranova llamado Boatswain. El noble animal enfermó de mal de rabia, pero nunca mordió a nadie, sino a sí mismo.
Se cuenta que el poeta le curaba solícitamente y no tenía miedo ni escrúpulo para limpiar, con su mano desnuda, la boca llena de baba del pobre perro. Y cuando éste murió, Byron hizo grabar en el pedestal del monumento que construyó en su memoria, y el cual soportaba una urna antigua, el siguiente epitafio:
"Cerca de este lugar, reposan los restos de un ser, que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad, y todas las virtudes del hombre sin sus vicios.
Este elogio, que constituiría una absurda lisonja, si estuviera escrito sobre cenizas humanas, no es más que un justo tributo a la memoria de Boatswain, un perro nacido en Terranova, en mayo de 1803, y muerto el 18 de noviembre de 1808".

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